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Se llama
Conspiración de Querétaro a un movimiento clandestino nacido en la ciudad de
Santiago de Querétaro en
1810. Se toma generalmente como el antecedente inmediato de la Guerra de
Independencia de México, dado que fue este grupo el que comenzó la lucha armada por la emancipación de la
Nueva España con respecto a la Corona
española. El objetivo primordial de la Conspiración de Querétaro era constituir una junta gubernativa que tomara el poder a nombre de Fernando VII.
Se discute si la figura central de la conspiración fue
Miguel Hidalgo y Costilla, el cura del pequeño pueblo de
Dolores, o bien, si el liderazgo era ejercido por
Ignacio Allende, militar por formación, adscrito al cuerpo de dragones de la Reina. Las reuniones de los conjurados se llevaban a cabo en la casa de
Miguel Domínguez, corregidor de
Querétaro. El grupo conspirador tenía pretendido alzarse en armas el mes de
diciembre de
1810 en
San Juan de los Lagos,
Jalisco, pero fueron descubiertos en septiembre de ese año.
Consumación de la Independencia de México
La
consumación de la Independencia de México tuvo lugar el 27 de septiembre de 1821, aunque se venía gestando desde mucho tiempo atrás.
En 1820 el coronel español
Rafael del Riego se levantó en armas para obligar a
Fernando VII a jurar la
Constitución de Cádiz, suprimida por el rey en 1814. En
Nueva España los clérigos y acaudalados vieron en la Carta Magna, jurada en Veracruz el 26 de mayo de 1820, un obstáculo para sus privilegios, así que decidieron promover la independencia. Un grupo de prominentes aristócratas dirigidos por
Matías de Monteagudo se reunían en juntas secretas conocidas como
Conspiración de la Profesa, por llamarse así el templo. Con la anuencia del virrey
Juan Ruiz de Apodaca, los conspirados consiguieron que
Agustín de Iturbide fuera nombrado general en jefe del Ejército del Sur, con el encargo de acabar con
Vicente Guerrero y
Pedro Ascencio.
Guerrero era el único jefe insurgente que realmente permanecía activo desde la muerte de
Francisco Javier Mina en 1817. Intentó convencer a los jefes realistas
José Gabriel de Armijo y
Carlos Moyá para formar un ejército libertador que depusiera a Apodaca para en su lugar nombrar a un virrey conciliador con el que fuera posible consumar la independencia, pero ambos se negaron.
Iturbide relegó a Armijo en noviembre de 1820 y luego de varias derrotas comprendió que por la vía de las armas sería imposible vencer a Guerrero, por lo que le planteó la idea de unir fuerzas para establecer una nación independiente encabezada por Fernando VII u otro miembro de la realeza europea. El pacto entre ambos jefes se llevó a cabo el 10 de marzo de 1821 con el evento conocido como
Abrazo de Acatempan. El 24 de febrero de ese año Iturbide dio a conocer el
Plan de Iguala, con el que constituía el
Ejército Trigarante, cuyas garantías eran independencia, religión y unión.
Durante poco más de seis meses el Ejército Trigarante recorrió el virreinato promoviendo sus ideales. Entre las escasas acciones bélicas de ese periodo se encuentran la toma de
Oaxaca, el 20 de julio de 1821 a manos de
Antonio de León y Loyola, y la última batalla de la guerra, librada en
Azcapotzalco. Iturbide dividió el país en zonas militares: la centro occidental, dirigida por Guerrero,
Anastasio Bustamante y
Pedro Celestino Negrete; la oriental, comandada por
Nicolás Bravo y
Antonio López de Santa Anna y la sur, bajo el mando de Antonio de León.
Apodaca fue depuesto por los militares de la Ciudad de México, quienes en su lugar nombraron a
Francisco Novella. Las Cortes en España también decidieron remover a Apodaca, pero su sustituto designado fue el masón liberal
Juan O'Donojú, con quien Iturbide pudo llegar a un acuerdo con los
Tratados de Córdoba.
Finalmente, el 27 de septiembre de 1821 el Ejército Trigarante entró a la
Ciudad de México, después de 11 años y 11 días de lucha y más de tres siglos de dominio español.
Plan De Iguala Y Los Sentimientos De La Nacion
Aspectos | Plan de Iguala | Sentimientos De La Nación |
| 3° Gobierno adoptado como monarquia Moderada.4° Se nombra emperador a Fernando VII o cualquier otro personaje de la casa real.5° La junta gubernativa estará compuesta por los vocales de que habla la carta dirigida al Virrey.9° Su gobierno será sostenido por el ejercito Trigarante.11° Las cortes establecerán enseguida la constitución del Imperio Mexicano. 5° Interín las cortes se reunan, habrá una junta que tendrá por objeto tal reunión y hacer que se cumpla con el plan en toda su extensión.7º Interín el señor don Fernando VII se presenta en México y hace el juramento, gobernará la junta á nombre de Su Majestad, en virtud del juramento de fidelidad que le tiene prestado la nación; sin embargo de que se suspenderán todas las órdenes que diese, interín no haya prestado dicho juramento. | 6° Gobierno dividido en el poder jecutivo, legiñlativo y judicial.7° funcionaran cuatro años los vocales turnándose para que ocupen su lugar los nuevos electos.4° El dogma será sostenido por la jerarquía de la iglesia.14° Que para dictar una ley se haga junta de sabios en el numero posible, para que proceda con mas acierto y exonere algunos cargos que pudieran resultarle. |
| 2º La Nueva España es independiente de la antigua y de toda otra potencia, aun de nuestro continente.22º En el de conspiración contra la independencia, se procederá a prisión, sin pasar a otra cosa hasta que las Cortes decidan la pena al mayor de los delitos, después del de lesa Majestad divina. | 1º Que la América es libre independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o Monarquía, y que así se sancione, dando al mundo las razones.5º Que la Soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, el que sólo quiere depositarla en el Supremo Congreso Nacional Americano, compuesto de representantes de las provincias de números.16º Que nuestros puertos se franqueen a las naciones extranjeras amigas, pero que éstas no se internen al Reino por más amigas...
La
Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824 entró en vigor el
4 de octubre de
1824, después del derrocamiento del
Primer Imperio Mexicano de
Agustín de Iturbide. En la nueva Constitución, la república tomaba el nombre de
Estados Unidos Mexicanos, y era definida como una república federal representativa, con el
catolicismo como religión oficial.
Centralismo y federalismo
Centralismo y federalismo
Un problema central en la organización de las nuevas naciones fue el decidir si crearían gobiernos centralistas o federalistas. El centralismo se caracterizaba por buscar la concentración de la dirección del país en la capital, mientras que el federalismo pretendía promover la autonomía de las regiones que conformaban la nación. El origen de estas tensiones se halla en las luchas de poder que se dieron en el siglo XVIII entre el poder central, localizado en las capitales, y los poderes locales existentes en las regiones.
Estos conflictos de poder llevaron a varias de las nuevas naciones a enfrentarse en largas y cruentas guerras civiles. Los tres casos más importantes fueron los de Argentina, Brasil y México. Estos países, los más extensos de Iberoamérica, tienen en la actualidad sistemas federales de gobierno.
Guerra de Reforma
La
Guerra de Reforma de México o también conocida como la
Guerra de los Tres Años, transcurrió desde el
17 de diciembre de
1857 hasta el
1 de enero de
1861, que culmina con la entrada de Juárez a la capital del país. Fue el conflicto armado que enfrentó a los dos bandos en que se encontraba dividida la sociedad mexicana:
liberales y
conservadores.
Se inicio cuando el general conservador
Félix Zuloaga, dio a conocer el
Plan de Tacubaya, el cual demandaba la derogación de la
Constitución de 1857, la permanencia de
Ignacio Comonfort en la presidencia y la convocatoria de un Congreso extraordinario, el cual se encargaría de elaborar otra carta constitucional que, según los conservadores, "garantizara los verdaderos intereses del pueblo". Dos días después de su publicación, Comonfort (Presidente electo en ese momento) se adhirió al
Plan de Tacubaya.
Benito Juárez (Presidente de la
Suprema Corte de Justicia en ese momento) defendió enérgicamente la Constitución y se negó a colaborar con los conservadores. Por esta razón, Comonfort ordenó que lo detuvieran y lo mantuvieran en prisión. Con el transcurso de los años, la guerra se hizo más sangrienta y polarizó a la gente en la nación. Muchos de los moderados se unieron a los liberales, convencidos de que era necesario acotar el gran poder económico y político de la
Iglesia Católica. Por un tiempo los liberales y conservadores tuvieron gobiernos paralelos, con la sede del gobierno conservador en la
Ciudad de México y los liberales en
Veracruz. La guerra terminó con la victoria de los liberales y el presidente
Benito Juárez instaló su administración en la
Ciudad de México. Una vez que el Congreso Constituyente había cumplido con su tarea de elaborar una nueva constitución, se hizo la convocatoria para realizar elecciones tanto de los poderes federales como los de los estados; tocó entonces a las legislaturas estatales el arreglo de las constituciones particulares de cada estado, de acuerdo con la constitución general. Se reunió así el primer Congreso Constitucional que trabajaría ya bajo los principios de la carta magna del
1857.
Se inició con el Plan de Tacubaya en
diciembre de
1857. Su objetivo principal era la abolición de la Constitución liberal. Al siguiente mes, el
Plan de la Ciudadela reafirmaba ese propósito. Desde entonces hasta mediados de
1860 el territorio del actual
Estado de México estuvo bajo el control de los conservadores. De tal manera irían fungiendo varios gobernadores conservadores. Entonces trató de sostenerse un gobierno peregrino del Estado de México, siendo el de Michoacán asilo de ese gobierno y fuente de provisiones para los guerrilleros mexiquenses. Tanto liberales como conservadores tuvieron desavenencias internas. Efecto y causa de ellas fue el pronunciamiento de Ayotla en el Estado de México en diciembre de
1858.
Estando en Michoacán, el liberal
Sabás Iturbide Rojas dejó la gubernatura del Estado de México a
Simón Guzmán. Tocó a éste apoyar la campaña de Miguel Blanco, quien pretendía tomar
Toluca y aun sorprender la
Ciudad de México. Éste y otros intentos se frustraron hasta mediados de 1860, cuando Berriozábal logró enseñorearse del valle de Toluca. Este avance fue uno de los pasos que prepararon la resonante
batalla de Silao, ganada por los constitucionalistas. A ella concurrió Berriozábal con la división del Estado de México. Sin embargo, una vez que retornó a Toluca, fue sorprendido por Miramón, quien penetró audazmente hasta el centro de la ciudad; mas fue pasajera la hazaña conservadora, pues el
22 de diciembre de 1860 Miramón fue derrotado en
San Miguel Calpulalpan, al noroeste de la entidad, por González Ortega.
Sin embargo, las gavillas conservadoras siguieron por el rumbo de Malinalco, sobre todo en la sierra que va del
Monte de las Cruces a
Villa del Carbón, asestando duros golpes, significativos por la muerte de importantes personalidades del partido constitucionalista:
Santos Degollado en los
Llanos de Salazar el
15 de junio de
1861 y
Leandro Valle, a los ocho días, en el
Monte de las Cruces.
El
12 de octubre de
1861 la legislatura del estado culminaba la elaboración de una nueva Constitución, acorde con la federal del 57, aprovechando las lecciones del pasado, las luces de los legisladores que nos han precedido en los bellos
y apacibles días de nuestra infancia social e independiente y las no pocas que brotando del seno mismo de los combates, han ilustrado a las masas después de la última revolución de principios.
La Constitución del 61 buscó balancear mejor los poderes públicos, prescribió la mayoría absoluta en la discusión y votación de leyes, redujo los periodos de sesiones del legislativo, amplió las facultades municipales y exigió la residencia en el estado para ser diputado, sin requerirlo en cambio para la gubernatura.
PERDIDA DE TERRITORIO .
El
Tratado de Guadalupe Hidalgo (
en inglés: Treaty of Guadalupe Hidalgo), oficialmente llamado
Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América,
[1] fue firmado al final de la
Guerra de Intervención Estadounidense por los gobiernos de
México y los
Estados Unidos el
2 de febrero de
1848, y fue ratificado el
30 de mayo de
1848. El tratado estableció que
México cedería más de la mitad de su territorio, que comprende la totalidad de lo que hoy son los estados de
California,
Nevada,
Utah,
Nuevo México y
Texas, y partes de
Arizona,
Colorado,
Wyoming,
Kansas y
Oklahoma. Además, México renunciaría a todo reclamo sobre
Texas y la frontera internacional se establecería en el
Río Bravo.
[2] Como compensación, los Estados Unidos pagarían 15 millones de dólares por daños al territorio mexicano durante la guerra, unos 313,46 millones de dólares del año 2006.
Entre los notables aspectos del tratado, se encuentran los siguientes: se estableció al Río Bravo del Norte o Río Grande como la línea divisoria entre
Texas y
México, y se estipuló la protección de los derechos civiles y de propiedad de los mexicanos que permanecieron en el nuevo territorio estadounidense. Asimismo, Estados Unidos aceptó patrullar su lado de la frontera y los dos países aceptaron dirimir futuras disputas bajo arbitraje obligatorio. Sin embargo, cuando el
Senado estadounidense ratificó el tratado, eliminó el Artículo 10, el cual garantizaba la protección de las concesiones de tierras dadas a los mexicanos por los gobiernos de
España y de
México. También debilitó el Artículo 9, el cual garantizaba los derechos de ciudadanía de los mismos.
[3]